Hernia de hiato: dieta y remedios para el reflujo

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La hernia hiatal es una enfermedad que produce un reflujo de la comida y de los ácidos que se encuentran en el interior del estómado. En el siguiente vídeo puedes conocer qué produce la hernia de hiato, cuáles son los síntomas, cómo se diagnostica a partir de una laparoscopia, qué tratamiento hay para la hernia de hiato y cuáles son los alimentos y la dieta para mejorar los síntomas de esta enfermedad. Para evitar la cirugía, debes introducir un cambio de hábitos de vida y de alimentación, así que sigue los consejos de Juana Mª González, Directora Técnica de Alimmenta.

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En este vídeo encontrarás todo sobredieta y cuidados para la hernia hiatal, los alimentos para la hernia hiatal, la dieta para hernia de hiato, qué se puede comer cuando hay hernia hiatal y
dietoterapia.
Por último tendrás remedios caseros para el reflujo y consejos y dietas para personas sobre cómo se cura la hernia de hiato
Dieta para la hernia hiatal

La hernia de hiato se produce cuando la parte superior del estómago se sale por encima del diafragma, que es el músculo que separa el estómago del esófago en la cavidad torácica. Se estima que un 20 % (veinte por ciento) de la población padece esta patología, a menudo sin síntomas. Los síntomas más frecuentes son el ardor de estómago, dolor en la zona del tórax, o también problemas para tragar, tos seca y mal aliento.
Las personas con hernia de hiato, van reduciendo las comidas, ya que comer se convierte en un suplicio y por eso te voy a dar unos consejos para que puedas sentirte mejor.
La hernia de hiato puede estar causada por obesidad, por fumar, por toser de forma violenta o vomitar de forma continuada en el tiempo. A partir de los 50 años se produce el debilitamiento del diafragma lo que causa un aumento de los casos de hernia de hiato.
La hernia de hiato facilita el paso de los ácidos del estómago al esófago, es lo que se llama reflujo gastroesofágico. El esófago no está preparado para protegerse contra estos ácidos, y puede dañarse. Es entonces cuando comienzan los síntomas.
No siempre que hay reflujo existe una hernia de hiato. Hay casos en los que el contenido del estómago pasa al esófago porque el anillo muscular que separa ambos órganos se debilita y permite el reflujo.
En la obesidad abdominal o en el embarazo, el exceso de abdomen causa una presión en el estómago que puede facilitar la subida de estos ácidos. Por tanto, si eres una persona que tiene reflujo, aunque no tengas hernia de hiato, estos consejos también son útiles para ti.
El consejo dietético se centra en facilitar las digestiones y evitar la producción de exceso de ácido en el estómago. Las recomendaciones sobre el estilo de vida y la dieta te ayudarán a reducir complicaciones como la esofagitis, gastritis o la úlcera de estómago. Enfermedades que si se mantienen a lo largo del tiempo pueden degenerar en cáncer. Así que, piensa que solamente tomar medicamentos anti-ácidos, no es la solución.

Evita las comidas copiosas y cena tres horas antes de irte a dormir o tumbarte. La posición horizontal facilita el paso de los ácidos del estómago hacia el esófago.
Conciénciate y deja de fumar. El estrés y el tabaco son factores del estilo de vida que aumentan la producción de ácido en el estómago incluso cuando no hay ningún alimento. Esto puede empeorar los síntomas e incluso empeorar las lesiones en el estómago. Por último, debes evitar las presiones en el abdomen, es aconsejable que lleves ropa holgada, que te agaches siempre doblando las piernas y no la cintura y que, evites el sobrepeso.
El ejercicio puede ayudarte a reducir el peso, pero debe ser moderado y nunca debes hacerlo después de realizar una comida.
Evita todos aquellos alimentos que sean irritantes para el estómago o que aumenten la secreción de ácido. Por ejemplo, los platos muy calientes o muy fríos son irritantes. También hay ciertos alimentos que debes evitar y son el té, el café, el alcohol o las bebidas con gas. Puedes sustituirlas por infusiones suaves como el romero, la salvia o el hinojo. Los alimentos ácidos como el tomate, el vinagre o en algunos casos incluso el yogur, pueden aumentar las molestias. Toma la fruta mejor cocida o en compota o cruda pero muy madura si no sienta mal. A veces condimentos como el ajo, la cebolla o el pimiento pueden crear problemas.
Ahora estarás pensando: ¿Y yo qué como? piensa que aun te queda una amplia variedad de verduras, hortalizas, frutas, legumbres y cereales, aprende a sustituir aquellos alimentos que no puedes consumir. Es recomendable que tomes lácteos desnatados, más carnes blancas como el pollo o el pavo. El pescado blanco es más digestivo que el azul pero si no te sienta mal, consume pescado azul de forma regular.
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